El recuerdo de una suspensión que dio comienzo a la mala relación entre el Logroñés y el club navarro
Aquel día, Las Gaunas amaneció con una capa de diez centímetros de nieve. Tres horas antes de que empezara el partido, el árbitro, señor Urízar Azpitarte, del colegio vizcaíno, se paseó por el supuesto césped con abrigo negro, pantalones de tela, zapatos de vestir, corbata y cara de frío. Dio unos pasitos de gorrión y resolvió que ahí no se podía jugar: la yerba quedaba aplastada bajo una dura capa de hielo y cubierta por un vistoso lienzo blanco. Era el 9 de diciembre de 1990, domingo. El Logroñés tenía que jugar contra el Osasuna un partido de Primera División.
El señor Urízar había tenido mala semana. Siete días antes Hristo Stoichkov, el torrencial delantero búlgaro del Barcelona, le había arreado un inopinado pisotón que dio la vuelta al mundo.
A los rojillos la decisión les sentó a cuerno quemado. Aunque su eterno delegado, Daniel Zariquiegui, reconocía que aquel campo nevado era un peligro para los tobillos, el entrenador osasunista, Pedro Mari Zabalza, con esa vocecilla suya de señora que reza lánguidamente el rosario,
insinuaba que el Logroñés de David Vidal había hecho trampa: «Si hubieran limpiado antes el campo, bien se podría haber jugado», se quejó.Al pisoteado señor Urízar le llegaron a acusar en Pamplona de haber participado en una turbia conspiración blanquirroja e incluso le reprocharon haber dormido la noche anterior en Logroño; revelación al parecer inquietante y llena de oscuros matices, aunque hoy nos cueste adivinar por qué.
Preguntado por los periodistas, Ildefonso Urízar dijo que ni había dormido en «la bella capital riojana» ni tenía por qué dar explicaciones a nadie, pero que según el reglamento aquel partido no se podía jugar y punto.
Algo se debían oler los rojillos. El partido acabó disputándose un miércoles, 30 de enero, sin nieve y ante trece mil espectadores. Marcaron Abadía y Elguezábal. Venció el Logroñés 2-0. Hacía diecisiete años que los blanquirrojos no ganaban al Osasuna.
http://www.larioja.com/la-rioja/201501/ ... 811-v.html
* Pequeña curiosidad de hemeroteca y en el que se le ve el plumero al periodista
lastima que perdimos aunque tras 17 años, tampoco esta tan mal. 
AUPA OSASUNA!!!
